Fisioterapia en la crisis

El síndrome del aceite tóxico, el síndrome tóxico o la enfermedad de la colza. Tres nombres para un solo acontecimiento que tuvo su inicio en la primavera del año 1981, y que supuso la mayor intoxicación sufrida en España. La enfermedad llegó a afectar a más de 20.000 personas 1 causando la muerte de dos mil personas, cinco mil según los afectados 3.

La travesía del síndrome tóxico en España se llevó a familiares cercanos, a vecinos. Los supervivientes que lograron salir adelante lo hicieron con calambres y malformaciones, como Caridad Carretero. Ocho años después, en 1989, ya era ex señora de la limpieza cuando declaraba al diario El País que "no podía ni cargar con una botella de butano". Se asfixiaba y le dolía el cuerpo cuando subía por las escaleras mientras su hijo de 17 años y su marido tenían calambres. A ella le salía "porquería por la boca cada mañana" 1

Efectos del aceite de colza. Paco Elvira.
Antonio Augusto vivía en León y era camionero. En 1989 tenía 43 años y, tras la enfermedad de la colza había sufrido dos embolias pulmonares, una trombosis cerebral, tenía el hígado enfermo y las piernas hinchadas. Por las mañanas se levantaba y en lugar de agarrar el volante de su camión, como algunos años antes, cogía una carpeta y se iba a atender a los afectados de la asociación.

http://vallisoletvm.blogspot.com.es/2010/10/el-drama-del-aceite-de-colza-en.html
Ésto son solamente algunos casos de los innumerables que se dieron a lo largo y ancho de nuestro país. La mayoría afectos eran de clase trabajadora, que en su mayoría vivían en zonas del centro de España. 
Hasta un año después de los primeros casos, las investigaciones no apuntaron a la que a la postre sería el origen de la enfermedad: el consumo de aceite de colza desnaturalizado con anilina. Este aceite, importado de Francia para uso industrial, fue distribuido por algunos aceiteros para el consumo humano, tras extraerle la anilina a alta temperatura. Este proceso daría lugar a la aparición de los tóxicos que causaron la peor intoxicación conocida en la historia de España.
El aceite se vendió a la población en garrafas de plástico, de manera fraudulenta y a través de puestos de venta ambulante en diferentes lugares de España. 

"Todavía no entiendo cómo han sido seres humanos quienes nos han hecho esto" se lamentaba Caridad Carretero. 


La enfermedad tenía un periodo de latencia de diez días y tres fases clínicas. La primera caracterizada por una fase aguda de neumonía atípica. La fase intermedia les provocaba tromboembolismo, hipertensión pulmonar, calambres y fuertes dolores musculares. Y la tercera, daños en el hígado, esclerodermia y neuropatías.



Y sí, realmente lo fue. Una carta al director enviada a el periódico El País el 2 de marzo de 1982 titulada Fisioterapeuta y no enfermera así lo refleja. No he querido restarle ni una coma, por lo que no puedo por menos que transcribirla literal. Para mí, es un documento de un valor histórico muy importante.
Al pie de una fotografía aparecida en ese diario del 21 de febrero, en el reportaje dedicado a la intoxicación por el aceite de colza desnaturalizado, se dice: "Una enfermera ayuda a Beatriz en la realización de ejercicios que ayuden a sus debilitados músculos respiratorios". Concretamente deseamos aclarar a usted que la expresión errada de dicho texto se refiere a que el técnico asistencial que realiza los ejercicios de recuperación que se reflejan en la fotografía no es una enfermera, sino un/una fisioterapeuta
Esta enmienda o rectificación tal vez no hubiera sido realizado en este momento si ello no hubiera coincidido con el hecho de que, en fecha muy inmediata, el fisioterapeuta va a sonar en los medios de difusión
Los fisioterapeutas de todo el país (parte de ellos por solidaridad con los de la zona Centro, más afectados por las secuelas del tóxico) estamos a punto de entrar en grave conflicto con la Administración, y no, precisamente, por reivindicaciones económicas.
El conflicto tiene su raíz -su vieja raíz- en el exceso de pacientes en tratamiento de recuperación (incrementado ahora por los afectados de la colza) y la negativa de la Administración (INSALUD) a abrir la plantilla de titulares especializados en recuperación (fisioterapeutas, concretamente), que evitaría la masificación de los tratamientos y con ella las inevitables deficiencias en su aplicación./ Presidente de la Asociación Nacional de Fisioterapeutas.



Una de las primeras afectadas por el sídrome tóxico en Madrid
http://www.lavozdegalicia.es/hemeroteca/2001/05/05/546896.shtml

El aceite de colza y los grandes resultados de la actuación fisioterápica en la afectación neuromuscular, acabaron por saturar un modelo ya de por sí limitado.
Podéis encontrar la carta en el archivo de El País. Desgraciadamente, el artículo al que alude la carta está íntegro también en la hemeroteca, "Los niños que cambiaron la bicicleta por una silla de ruedas", pero no dispone de la foto a la que se alude en él.

"El fisioterapeuta va a sonar en los medios de difusión" afirmaba la carta. Y tanto que lo hizo. Porque pese a desconocer el mecanismo exacto de la intoxicación, lo que sí era evidente eran los buenos resultados de la fisioterapia 4.

Por ello la obligación para los afectados como M.C.P., protagonista de estas tremendas reflexiones de 1991, era (y seguía siendo diez años después, de cuando data el artículo) ir al fisioterapeuta.

Cuando le afectó la enfermedad era poco más que un esqueleto, relataba a El País. "Fui perdiendo peso hasta quedarme en 16 kilos. Algunos de mis familiares no me reconocían al verme. Yo era una cría, pero me daba cuenta de lo que pasaba alrededor. Mis piernas no me respondían como antes. Apenas podía moverme, aunque no llegué a estar en silla de ruedas. Los tres primeros meses estuve casi inmóvil en la cama. Cuando me levantaba para ir al servicio era con la ayuda de un auxiliar. No podía ducharme sola. La hora de comer era un calvario. Traían la comida, y cuando llegaba la hora de llevársela, yo aún no había empezado", relata M. C. P. "Yo me recuerdo muy triste, sola, a mi corta edad. Ahora se puede decir que no tuve infancia".

"Emocionalmente me encuentro mejor". Y ya no le daba vergüenza ir a la piscina. Pero para M. C. P. era imposible olvidarse del aceite de colza. Los calambres, dolores y la escasa musculatura -aún más en invierno que en verano- llamaban constantemente a su puerta.
Pero vivía con ello, procurando no recordar que no había remedio para ella. "No tengo cura. La indemnización sólo podía aliviar. Si tuviera el dinero en la mano, podría pagar a un masajista que me ayudara cuando siento calambres", declaraba.

Os dejo con el sobrecogedor testimonio de los padres de Jaime, la primera víctima de la crisis del aceite de colza.



A pesar de los más de 30 años, el padre de Jaime no olvida a su hijo. La fatiga, calambres, depresiones y enfermedades crónicas tampoco permiten olvidar a los que pasaron por el síndrome del aceite tóxico . 

Álvaro Hidalgo


 Referencias.


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Los pequeños presos de Auschwitz

Estrenamos en Rękaruch una nueva sección, cuya lectura espero que os resulte tan interesante y entretenida como a mí su preparación. En el Cuaderno de Historia de Rękaruch iremos recopilando algunos los casos más emblemáticos o curiosos que nos ha dejado la Historia de la Neurociencia, la Pediatría y por supuesto la Fisioterapia.
En 4 meses iniciaré la aventura Erasmus en Rzeszów, ciudad al suroeste de Polonia que me acogerá hasta el verano. Una localidad se encuentra a poco más de 200 km. de la cuna de nuestra primera historia, Auschwitz (Oświęcim para los polacos).
No son desconocidos los horrores a los que los médicos nazis sometieron a los presos de los campos de concentración con el objetivo de “progresar en el conocimiento científico” para el beneficio de la raza aria. Sobre judíos, gitanos, homosexuales y personas con discapacidades mentales o físicas.

El complejo de Auschwitz-Birkenau, ubicado a unos 43 kilómetros al oeste de Cracovia, no fue una excepción.

Josef Mengele (el Ángel de la Muerte) fue un médico, antropólogo y oficial alemán de las SS. Durante la Segunda Guerra Mundial, Mengele solicitaría el traslado al servicio de campos de concentración, donde esperaba tener la oportunidad de realizar investigaciones genéticas con humanos. Su solicitud fue aceptada y fue destinado a Auschwitz.

Allí, un año después, llegaría la familia Ovitz.


La historia de los Ovitz comienza en un pueblo húngaro, Rozavlea (actualmente perteneciente a Rumanía). En el seno de una familia de judíos religiosos nació Shimshon Eizik Ovitz (1868-1923) que, afectado de pseudoacondroplasia*, apenas llegó a medir 90 centímetros.


La familia Ovitz tenía pseudoacondroplasia.
Es un tipo de displasia ósea perteneciente al subgrupo de las espondiloepifisarias. Se caracteriza por las extremidades cortas mientras que la cabeza, tronco y órganos internos son de talla normal. Está causado por un problema genético localizado en el gen que codifica la proteína oligomérica de la matriz del cartílago (CONP), lo que daría lugar a alteraciones en su migración y, por tanto, a su acumulación dentro del retículo endoplásmico de los condrocitos.
Es habitualmente de carácter autosómico dominante, aunque también se han descrito formas esporádicas y recesivas. Aparece en 1/60.0000 nacimientos (en el 80% de los casos por mutación genética, no por herencia).
La proporción de que Shimshon tuviera hijos enanos con ambas esposas era del 50%. Finalmente 7 de los 10 descendientes del padre de los Ovitz sufrieron enanismo (otros dos hijos murieron antes de cumplir el año, pero no se disponen de datos que cercioren que hubieran sufrido enanismo).
Los niños con pseudoacondroplasia no la muestran al nacer, pero a los dos o tres años de edad empiezan a sufrir retraso en su locomoción, en hitos como el gateo o la marcha. Desarrollan lo que se ha denominado una marcha de pato, debido a la biomecánica alterada de la pelvis y los miembros inferiores. El crecimiento del niño se ralentiza en los años siguientes, se produce una hiperlordosis lumbar y cese prematuro del crecimiento de las extremidades. La estatura final está en torno a un metro, con un rango habitual entre 80 y 130 centímetros.
Generalmente presenta manifestaciones clínicas y radiológicas que permiten realizar un diagnóstico diferencial de otras osteocondrodisplasias, y debe ser incluida en la investigación etiológica del retraso de crecimiento, tan frecuente en la práctica pediátrica. 
 Pseudoacondroplasia


Tras enviudar de su primera mujer, Shimshon volvió a casarse de nuevo con una mujer de talla normal, Batia Bertha Husz. Entre sus dos matrimonios tuvo 10 hijos, de los que 7 heredaron su patología: Rozika (1886-1984), Franziska (1889-1980), Avram (1903-1972), Frieda (1905-1975), Micki (1909-1972), Elizabeth (1914-1992) y Piroska (1921-2001), también conocida como Perla.

El espectáculo de los Ovitz incluía canciones populares. Perla
tocaba una pequeña guitarra rosa de cuatro cuerdas que parecía un juguete,
Rozaika y Franziska tocaban dos violines diminutos y Frieda tocaba el címbalo.
Micki tocaba un chelo la mitad de tamaño de lo normal y un acordeón,
Elizabeth se encargaba de la percusión, y Avram, el hermano mayor,
 era el guionista, actor y mánager de la compañía.
Shimshon Eizik Ovitz enseñó a sus hijos a tocar instrumentos, cantar y contar historias. Tras su muerte, y siendo ellos adolescentes, fundaron la "Troupe Liliput", con la que se dedicaron a recorrer Centroeuropa durante 15 años, llegando a alcanzar gran fama.

La decisión de Adolf Hitler de invadir Hungría el 19 de marzo de 1944 cogió a los Ovitz en un teatro estatal en medio del campo. Adolf Eichmann, teniente coronel de las SS nazis, organizó la deportación de todo judío que no estuviera en Budapest. La familia Ovitz fue capturada el 17 de mayo y trasladada a Auschwitz.

En 1944 se cumplían dos años desde que las SS comenzaron en los campos de concentración las llamadas: «selecciones». Estas consistían en segregar a los presos en capaces e incapaces. Los que podían trabajar eran admitidos en el campo de trabajo; mientras que a las personas con una discapacidad física o mental o cuya vida "no mereciera la pena" se les aplicaba el programa Aktion T-4, creado y ejecutado bajo la responsabilidad principal de médicos y enfermeras y que en el que se estima que fueron asesinadas sistemáticamente entre 200.000 y 275.000 personas.
En estas condiciones, a las que debemos sumar la Solución Final (plan nazi diseñado para el exterminio sistemático de los judíos) parecía poco probable que ningún Ovitz evitara ser enviado a las cámaras de gas o crematorios.

WP Josef Mengele 1956.jpg
Josef Mengele
Josef Mengele, miembro del grupo de médicos que hacían esta selección humana, no estaba obligado a realizar esta tarea, pero participaba con la esperanza de encontrar sujetos para sus experimentos, particularmente interesado en hallar hermanos gemelos. Se estima que tuvo a su disposición unos tres mil, con los que experimentaba, torturaba y diseccionaba con el único motivo de documentar la semejanza de sus órganos internos. También estaba interesado en jorobados, hermafroditas, hermanos siameses, gigantes, enanos, obesos y mujeres corpulentas que eran separados de los demás y puestos a disposición del médico y sus ayudantes.

Como cabía esperar, Mengele quedó fascinado ante lo que tenía delante de él, toda una familia de enanos. No podían realizar ningún trabajo, pero preservarlos con vida le sería imprescindible para sus experimentos, por lo que ordenó que los llevaran a las barracas de prisioneros especiales.
Durante su estancia en Auschwitz no vestirían el traje a rayas, comerían algo más que el resto de presos y se les permitió usar su propia ropa porque no había vestimenta para sus diminutos cuerpos. 

Pero el calvario de los Ovitz ya había comenzado.

Los miembros de la familia fueron separados del resto y sometidos a todo tipo de aberrantes experimentos. Según el testimonio de Elisabeth:
"Los experimentos más terribles de todos eran los experimentos ginecológicos. Nos ataban a la mesa y comenzaba la tortura sistemática. Inyectaban cosas en nuestro útero, extraían sangre, hurgaban en nuestro interior, nos pinchaban y extraían muestras. Es imposible expresar con palabras el insoportable dolor que hemos sufrido, que continuaba durante muchos días después de acabar los experimentos.
Extrajeron líquido de nuestra columna vertebral. La extracción de pelo comenzó de nuevo y cuando estábamos a punto de desplomarnos, comenzaban las dolorosas pruebas en el cerebro, la nariz, la boca, y las manos. Cada prueba fue plenamente documentada con ilustraciones. Cabe señalar que, irónicamente, fuimos uno de los únicos en el mundo, cuya tortura fue premeditada y "científicamente" documentada por el bien de las generaciones futuras."
Los informes médicos firmados por Mengele muestran que buscó señales de problemas renales, función hepática anómala y presencia de tifus o sífilis. A los Ovitz se les aspiró médula ósea, se les extrajeron dientes sanos, se les arrancó pelo y pestañas y se llevaron a cabo en ellos estudios psicológicos y ginecológicos. Los médicos nazis pensaban que la sangre era un factor clave para diferenciar entre razas superiores y razas inferiores, por lo que se les extraía frecuentemente sangre para hacer distintos análisis.
En el infierno en la Tierra de Auschwitz, la pseudoacondroplasia permitiría seguir viviendo a los Ovitz, mientras interesasen para los experimentos de Mengele.

Otra de las hijas de Shimshon, Perla Ovitz declaraba:
“Cada pocos días los médicos nos sacaban sangre. Desde la noche antes no podíamos comer. Era una jeringa muy grande, y era enorme la cantidad de sangre que nos sacaban. Nos quedábamos exhaustos porque ya estábamos muy débiles y hambrientos. Eso no detenía a Mengele. Él tenía que acostarnos y cuando nos recobrábamos nos sacaban sangre otra vez. Los médicos y las enfermeras eran también prisioneros y no intentaban evitarnos el dolor. Nos pinchaban sin cuidado. A menudo nos sentíamos mareados y vomitábamos mucho. Cuando volvimos al barracón nos derrumbábamos en las literas pero antes de recuperarnos nuevamente éramos llamados para una nueva extracción. 
El Dr. Mengele nunca nos pegaba, chillaba o insultaba. Todos sabíamos que él era despiadado y capaz de los comportamientos más sádicos, pero a pesar de todo cuando iba a nuestra habitación cambiaba de conducta, se calmaba llegando a ser una persona amable. Cuando estaba de buen humor la gente decía: va a ver a los enanos. Era una bestia amable. Nosotros siempre nos preguntábamos como un hombre como él podía haber llegado a ser un nazi. A menudo decía: con vosotros tengo trabajo para 20 años
No sé qué experimentos médicos concretos hicieron con nosotros. A menudo nos ponían unas gotas en los ojos que nos dejaba ciegos casi todo el día. Nos ponían inyecciones en los oídos y en casi todos los órganos…”
Además de los experimentos. los miembros de la familia llegaron a ser expuestos desnudos frente a altos cargos de la SS, como apoyo a las conferencias de Mengele sobre genética inferior. Tenían que entretener con comedia una vez a la semana, en alemán, para las visitas que se recibían en el campo. También cantando canciones alemanas y en una ocasión el médico rodó con ellos un corto que envió a Hitler, en el que se les podía ver aterrorizados cantando canciones en alemán para divertir al Führer.

The Ovitz familyPerla and Elizabeth Ovitz

Después de 7 meses, el 27 de enero de 1945 cuando el Ejército Rojo llegó para liberar el campo de Auschwitz, todos los Ovitz seguían vivos. Un millón trescientas mil personas que pasaron por aquellas instalaciones no tuvieron esa suerte. Los Ovitz fueron famosos por ser la familia con más "pequeños presos" hermanos y por ser la familia más numerosa (12 miembros desde un bebé de quince meses a una señora de 58 años) que fueron enviados a Auschwitz y consiguieron sobrevivir todos ellos.

De regreso a su Transilvania natal, tras siete meses caminando hasta conseguir llegar a su pueblo, se enteraron de que el resto de la familia había sido asesinada y su casa saqueada. Los 4 años siguientes, la familia deambuló por Europa, ganándose la vida de nuevo como comediantes y cantantes. 
En 1949 emigraron a Israel, donde reconstruyeron la compañía Lilliput Troupe, pero esta vez reviviendo su experiencia en los campos nazis. En 1955 dejaron los escenarios y abrieron un cine. En Israel permanecieron hasta su muerte, donde falleció la última de los Ovitz, Perla, en el año 2001.

Si os ha resultado interesante la historia de la familia Ovitz, el canal Historia emitió un fascinante documental con todos los detalles sobre ellos.

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Septiembre

A ti, que llegado Septiembre te toca hacer la maleta para pisar por primera vez un aula universitaria, poco tengo yo que contarte sobre lo que quieres empezar. Esto de la Fisioterapia.
Aún no he empezado el último año de Grado y no me he enfrentado a la experiencia de empezar a mandar los primeros currículums.

Antes de nada, y tomándolo prestado de Victor Hugo, "perdone usted que le escriba esta carta tan larga, pero no he tenido tiempo de escribir una más corta".

No te puedo a hablar de lo que te vas a encontrar fuera. Eso lo dejaremos a los que realmente saben (te recomiendo la entrada en Medium Y ahora ¿Qué? de Carlos Castaño).
A mí me gustaría hablarte de lo que vas a encontrar dentro.


"En esta vida hay que hablar flojito y poco porque los que hablan mucho y fuerte se suelen tragan sus palabras."

*     *     *

Eso decía un profesor. Como puedes comprobar, yo no le he hecho mucho caso, pero me gusta esa forma de pensar.
Gracias a los periodos de prácticas me he dado cuenta de que debo aprender de lo que escucho decir, pero sobre todo de lo que veo hacer. Pronto tú también verás que no es lo mismo.
Por ello no es la primera vez que escribo alguna reflexión sobre la Universidad. Puedes leer algo más en este post de efisiopediatric desde el enfoque de mi pasión, la fisioterapia pediátrica.
Quizás lo hago por si un día olvido que yo también estuve aquí. Por si voy perdiendo por el camino esa ilusión que ahora me mueve.
Si llega ese día, espero encontrarme de nuevo con estas líneas y que alguien me diga: eh tú, que eres fisioterapeuta.

Pero no seamos negativos, no es la intención de esta entrada.


Empecemos por el principio. 1.- LO QUE LA FISIOTERAPIA ES Y "LO QUE NO ES" (te recomiendo leer este post de Luis Torija)

Seguro que tú también empezarás la primera semana leyendo en clase la definición de la Organización Mundial de la Salud y la World Confederation for Physical Therapy (definiciones de 1958 y 1967, respectivamente). Y serán dos conceptos sobre los que ir sumando conocimientos y experiencias, incorporándolos a nuestra propia visión de Fisioterapia.

Y ante tal falta de definición, que cunda la libre interpretación de cada uno. Influida, claro está, tanto por el profesor que tiene claro hasta dónde debe llegar la actuación de un fisioterapeuta, como por el tutor de prácticas holístico que te habla de las maravillas del reiki.

Por eso creo en la importancia de que sea la Universidad quien establezca los mínimos claros sobre lo que es y no es Fisioterapia. Un campo de conocimiento delimitado que debe enseñarse en la Universidad para no confundir a los futuros profesionales, como tú y como yo, pero también para no ceder esa capacidad a la formación de postgrado (para muestra un botón).
Las terapias alternativas ni son terapias ni son alternativas. Y por supuesto no caben dentro de la Fisioterapia. Nutrición, por ponerte otro ejemplo, tampoco entra dentro de nuestro marco de acción.
Y en mi opinión, el mejor método para combatir el intrusismo y el extrusismo es el que nace desde lo que debe ser el pilar de nuestra profesión, la formación universitaria.

Leí en el blog de Vicente Lloret una frase que desde entonces he hecho mía, porque resume mucho de lo que llevo pensando estos tres años. Que la realidad más incómoda es que a muchos fisioterapeutas no les gusta la Fisioterapia.
¿Si en muchas ocasiones ni la Universidad lo hace, quién nos está enseñando lo que es la Fisioterapia?


2. BIOQUIMI... ¿QUÉ?

Que no te desanime Primero de Fisioterapia. Todos hemos llegado con nuestra idea formada en el largo verano preuniversitario gracias a Internet, las redes sociales y un poquito de nuestra imaginación... y nos hemos dado de golpe contra el ciclo de Krebs y la glucogenolisis.
Sí, es un curso muy teórico y después de todo el año aún no vas a saber el por qué de ese dolor que tiene tu madre en la rodilla. Paciencia.

Por cierto, y a propósito de las redes sociales. Seguro que como yo, estarás fascinado con la cantidad de información que encuentras, sobre todo si te acercas a Twitter. Con el tiempo aprenderás a filtrar la información. Por ello he querido que esta entrada sirva también a la promoción de la blogosfera fisioterápica, con algunas webs que inspiraron esta entrada y que encontrarás citadas a lo largo del post y abajo en las referencias.

Volvamos al tema. Lo que te decía: la casa por los cimientos. La anatomía, fisiología, y biomecánica y bioquímica deberían formar siempre la base sobre la que ir sumando conocimientos. Y esto se relaciona con algo que tengo siempre muy presente: no nos pagan por lo que hacemos, nos pagan por lo que sabemos.
Un masaje* lo hace cualquiera. Saber por qué, cuándo, cómo y dónde hay que hacerlo, no

* Para llegar al famoso topicazo, tendrás que esperar al punto 4


3. LA PASIÓN.

En clase encontrarás gente muy emocionada, que lleve mucho tiempo queriendo estudiar Fisioterapia. Como lo estaba yo en 2012. Como lo sigo estando. 
La vocación me parece un punto importante, aunque sólo sea como estímulo que nos ayude a levantarnos cada día de la cama. Pero citando a Toni Segarra en unas acertadas declaraciones con las que inauguré este blog:
Tampoco creo que haya que encontrar la vocación sublime, el don que te han dado... yo estoy seguro de que si Ferran Adrià se hubiera dedicado a hacer zapatos, hubiera sido el revolucionario de la zapatería en el mundo.
No creo que haga falta que sea tu vocación sublimeni que sea necesario que te acuestes y te levantes pensando en Fisioterapia para ser buen fisioterapeuta.

Y aunque a mí también me gusta verlo como una profesión especial, la Fisioterapia lo es tanto como cualquier otra. No más... pero, por descontado, tampoco menos. Ayúdanos a defenderla. Con lo que digas. Y con lo que hagas.
Partiendo de ahí, hay algo que seguro que es común en todos los cursos de una Facultad, la ilusión de comenzar una nueva etapa. Pero pese a las ganas por empezar, vamos a reconocerlo: ninguno tenemos ni idea de lo que es la Fisioterapia *

* Aquí podrías volver al punto 1. Y perdona que insista en la necesidad de que nos expliquen qué es la Fisioterapia.


Y 4 -por hacer la lista finita- masaje. Masaje, masaje, masaje, masaje, masaje. Masaje. MASAJE.

No soy el primero que te digo lo de los masajes... ¿ya tienes lista de espera en la familia y amigos? ¿Ya lo has utilizado para ligar, eh? Tanto si ya te enfada muchísimo que te mencionen el dichoso masaje para todo como si no, que no lo haga. A mí cada vez me ofende menos.

El masaje es una herramienta más de trabajo. Se utiliza cuando es necesario y cuando su uso tiene una explicación razonada. Cuando no la tiene no se usa.
Es así de simple, pero aún tenemos y seguiremos teniendo que explicarlo a la gente. Te darás cuenta de que hay mucha falta de divulgación en Fisioterapia (seguramente tu abuelo tampoco sepa lo que estás estudiando).
Difundir en qué trabajamos debe ser una parte obligada de nuestro trabajo, pues la gente no por qué tener la obligación de saberlo.

El fisioterapeuta pediátrico no (sólo) hace masajes a los bebés, el fisioterapeuta geriátrico no (sólo) da masajes a las personas mayores, el fisioterapeuta respiratorio no (sólo) hace masajes para patologías respiratorias.
Y con esto hemos llegamos a las especialidades. Pero es demasiada información, y tampoco yo la sé. Así que mejor eso lo dejamos para otro día.

A por ello, y bienvenido a este barco. No pierdas la ilusión, que vas a ser fisioterapeuta.



 Referencias.


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